Sabemos que existen muchas dudas sobre las diferencias entre un producto y otro. Por eso te vamos a explicar las principales características de cada uno:
Un sérum contiene una mayor concentración de ingredientes activos. Se recomienda usar en cantidades pequeñas y tiene una rápida absorción, es decir, penetra más rápido en la piel por su consistencia ligera.
Una crema tiene ingredientes activos adicionales y su función principal es hidratar la piel. Sus efectos son potenciados por el sérum. Tiene una consistencia más sólida y tardará un poco más en absorberse.
Pero entonces, ¿cuál es más efectivo?
Cada uno cumple funciones diferentes y complementarias. Por lo tanto, no se trata de elegir entre uno u otro, sino saber utilizarlos en nuestra rutina de belleza para sacarles el máximo provecho y darle a nuestra piel lo mejor.
¿Cómo se utiliza cada uno?
El primer paso de cualquier rutina de belleza siempre debe de ser la limpieza facial.
Una vez que la cara está limpia, se deben aplicar pequeñas gotas de sérum y esparcir con los dedos dando pequeños golpecitos en la piel y dejar absorber.
Después se aplica la crema humectante dando un ligero masaje.